jueves, 24 de abril de 2008

Profeta en su tierra


Mi profesor y aun así amigo Felo, ha puesto ‘una pica en Flandes’ o lo que es lo mismo, una escultura en el Museo Würth La Rioja. Félix Reyes escultor y director de la Escuela de Arte de Logroño hasta su jubilación, aunque de nacimiento canario, puede considerarse un riojano más y así lo vemos todos los que con él hemos convivido desde los años ‘sesentaypico’ que recaló en nuestra tierra. Aquí se casó, aquí tuvo a sus hijas, aquí, como ya he dicho, trabajó hasta su jubilación. Y aquí sigue haciendo arte y derrochando simpatía y amabilidad como siempre. Coincidí con él en la Escuela de Arte, él como profesor y yo como alumno. Sus clases eran amenas y productivas. Todo parecía fácil a su lado. Siempre tenía un gesto amable o una palabra cariñosa. Nuestro Gobierno Autonómico reconoció su labor, de profesor y de artista, otorgándole la Medalla a las Bellas Artes de La Rioja. Como dice el refrán: ‘Nadie es profeta en su tierra’, y aquí no somos una excepción. Todo lo que nos traen de fuera parece mejor y muchas veces es una ‘patochada’. Sí, ya sé que esto ocurre en muchos lugares, de ahí el refrán. Pero por eso, no deja de molestarme. Él es uno de los nuestros, de nuestros artistas riojanos, por eso me alegra y enorgullece que el Museo Würth de La Rioja le haya elegido para poner una obra suya en el jardín del Museo. La obra titulada ‘Conversación’ es un grupo escultórico compuesto por tres figuras, tres mujeres que dialogan entre sí, de estilo figurativo, pero como bien definió en su presentación el señor Ramírez,director general del grupo, una obra moderna y plenamente del siglo XXI. Felo, tu has sido profeta en tu tierra, enhorabuena.

Publicado en Periódico Gente 11/Abril/2008

El soterramiento

Estos ‘chicos’ del Gobierno, tanto municipal como autonómico o nacional, me van a estropear mi juguete preferido. Como les cuento, se han empeñado en soterrar la vía del tren, aunque ya veremos a ver si lo consiguen. Y claro, para mis amigos Felipe, Juanma y un servidor, que vivíamos al final de la calle Republica Argentina, nuestro principal entretenimiento en cuanto salíamos del colegio y nos daban la merienda, era subir y bajar por los terraplenes de la trinchera de la vía del tren, o pescar carpas y culebrillas en los riachuelos que existían y que creo que todavía existen a ambos lados de la vía, o poner platillos de cerveza y de gaseosa en los raíles para convertirlos en chapas relucientes. Lo de la merienda solía ser ‘divertido’. Normalmente nos ponían media barra de pan con dos onzas de chocolate o tres rodajas de mortadela, y también normalmente siempre se nos caía alguna al suelo, que la recogíamos, la limpiábamos concienzudamente en la pantorrilla, (antes todos los niños llevábamos pantalones cortos) y nos la metíamos ‘pal coleto’, así que cuando me preguntan si soy escrupuloso, contesto que no. Aparte de estos recuerdos tengo uno imborrable que es la riada del año 1961. El agua llegó hasta casi dos metros de altura. Parece ser que la mala canalización de la misma, dado que esta trinchera cortó innumerables ríos y acequias de riego, así como una mala conexión con un viejo colector que discurría por avenida de Colón, junto con las intensas lluvias que cayeron en aquel otoño fueron las principales causas de la misma. Una obra por otra parte moderna para su tiempo, dado que la nueva Estación del tren, así como el trazado de la vía se habían inaugurado tan sólo tres años atrás, en 1958.


Publicado en Periódico Gente 25/Enero/2008

Balcón en Semana Santa

Hablando de balcones, al llegar la Semana Santa no había otro como el de mi abuela Asun. Mi abuela vivía en un segundo piso de la calle Mayor y el balcón daba a medio día. En el portal había una panadería y un horno. Cada vez que iba a su casa, me encantaba aquel olor a pan recién hecho y sobada. Así que al llegar la Semana Santa toda la familia nos juntábamos en el balcón de la abuela a ver la procesión de Jueves Santo. Yo siempre pensé que era un balcón grandísimo, luego cuando lo vi de mayor, antes de que tiraran la casa, me di cuenta que no era así, pues no tendría más de medio metro de ancho por uno y pico de largo, así que no me explico como podíamos caber tantos. Sí recuerdo que los niños nos poníamos entre las piernas de los mayores agarrados a las rejas del balcón. En aquellos años el tener un balcón que diera a la procesión de Semana Santa, era una cosa de mucho postín y se presumía lo suyo. Yo recuerdo que lo contaba en el colegio, pues casi todos mis compañeros veían la procesión desde las aceras. De la procesión lo que más me impresionaba eran las penitentas, unas señoras que salían todas enlutadas, arrastrando unas cadenas y además normalmente con los pies descalzos. Como a mí, mi madre no me dejaba ir descalzo por casa porque decía que podía coger una pulmonía, pues yo siempre pensaba que estas pobres mujeres no tendrían una madre que les prohibiera ir así para que no cogieran una pulmonía. También me impresionaba mucho el paso de un Cristo crucificado escoltado por la Guardia Civil, con aquel desfile tan fúnebre y marcial, llevando los fusiles con el cañón apuntando al suelo en señal de duelo.

Publicado en Periódico Gente 14/Marzo/2008

Maratonianos solidarios

Don José Luis, mi querido profesor de Primaria, en clase de historia -que a mí, junto con el dibujo, era la asignatura que más me gustaba- nos contaba la hazaña de un soldado, que para dar un mensaje a su Rey recorrió 42 kms. corriendo y una vez cumplida su misión cayó muerto. Aquello me parecía más que una historia, un cuento. Yo me imaginaba corriendo de Logroño a Haro y me parecía imposible. Pero mira por donde ahora tengo unos amigos que les da por correr maratones, la misma distancia que recorrió el soldado espartano y lo hacen en tres horas aproximadamente, o sea a 14 kms. por hora. Yo ya les he dicho que eso no puede ser nada bueno, pero no me hacen ni caso. Son del Club Maratón Rioja, y un poco ‘animales’, pero tienen buen corazón, por eso yo me lo paso muy bien con ellos. Ahora están celebrando la 5ª Carrera del Camino de Santiago en dos etapas, una de Logroño a Nájera y otra de Nájera a Santo Domingo de la Calzada. Y parte del dinero recaudado con las inscripciones y alguna ‘perrilla’ más que vamos a poner los del Club Maratón Rioja, va ir destinado a una acción solidaria. Es un proyecto para ayudar a niños de Kenia, impulsado por James Moiben un atleta keniano que está intentando sacar de la miseria y de la muerte a los niños de su país, empresa harto difícil dadas las condiciones socio-políticas del mismo. Pero eso, a riojanos que corremos 42 kms. en tres horas no nos amilana. Bueno yo la verdad es que voy mas rápido. Hago el recorrido en coche sacándoles fotos. Para eso soy el coordinador artístico del Club. Alguna ventaja tenía que tener esto de ser artista. Así que ya saben, apúntense aunque no corran.

Publicado en Periódico Gente 15/Febrero/2008

El monte Cantabria

El otro día fui de excursión al monte Cantabria con mi amigo Fede Soldevilla y un grupo de amantes de nuestra tierra y nuestra cultura. Fue una mañana soleada y maravillosa, por un lado disfruté mucho del recorrido y por otro se me agolpaban los recuerdos de mi juventud: mis primeras excursiones al monte Cantabria con mi padre, luego con los amigos del colegio, un poco a hurtadillas, pues nuestras madres no querían que nos fuéramos tan lejos, y después ya con amigos y amigas ‘a merendar’.¡ Y qué decir de la cueva del Águila, que tantas historias de aventuras pasadas nos ha hecho soñar! Esto de ser un señor de mediana edad tiene estas cosas del recuerdo. La verdad es que es una pena como está el monte y sus accesos. Logroño como ciudad, no ha sabido recuperar un paraje que según la leyenda fue el origen de la misma. Sea o no cierta esta leyenda, lo que si está claro es que allí hubo un asentamiento humano y dado el concepto defensivo de los asentamientos en los primeros siglos, siempre en montículos para su defensa y la proximidad de Varea, podemos decir sin temor a equivocarnos que por ahí más o menos están nuestros orígenes como ciudad. Además es un mirador espectacular, desde el cual se ve una imponente vista de Logroño y gran parte de La Rioja. No me explico como ningún Ayuntamiento ha hecho algo por recuperarlo para la ciudad, con las grandes posibilidades que tiene como atracción turística y cultural. Y sobre todo recuperar un patrimonio que nos pertenece a todos los logroñeses y por su importancia, yo me atrevería a decir que a todos los riojanos. En fin, como dice el refrán: ‘Nunca es tarde, si la dicha es buena’. Así sea.


Publicado en Periódico Gente 01/Febrero/2008

‘Los manazas’

De joven, las fiestas que más me gustaban eran las de Calahorra, yo creo que por encima de las de Logroño. Sería por la novedad. Así que a finales de julio me cogía la ‘lambretta’ y me iba “pallá”. Allí conocí a una cuadrilla que se hacían llamar ‘los manazas’. Por aquel entonces yo debía de tener pinta de manazas, porque me acogieron en su seno como uno más. De esta forma, un día me invitaba a comer un ‘manazas’, otro a dormir y así íbamos pasando las fiestas. Cuando nos cansábamos íbamos al ‘cuarto’ que es la versión riojabajera del ‘chamizo’ logroñés. Recuerdo que un ‘manazas’ vivía en unas casas bajas a la entrada de la ciudad y que tenían pajar. Allí también íbamos a dormir unos cuantos, bueno, lo que se dice dormir, dormíamos poco, pues nos acostábamos tarde y a las siete arriba, al encierro y luego a las vacas que eran seguidas. Un año, ‘un entendido’ dijo que las vacas nunca salían derechas al ruedo, así que nos sentamos en el centro del mismo con una sandía. Debía ser una vaca díscola porque si no nos apartamos nos pisa la cabeza. La sandía que estábamos comiendo la hizo mil añicos. Los calagurritanos siempre han sido hospitalarios, trabajadores y alegres, de eso doy fe. Así que el otro día al enterarme de la bomba que les habían puesto, sentí una rabia infinita. Me figuro que ellos también. Los riojanos debemos seguir siendo un pueblo hospitalario, trabajador y alegre, por encima de todo. Las próximas fiestas, pedirle a vuestro Alcalde que sean las mejores de toda La Rioja, os lo merecéis. Vaya también mi felicitación a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad que, como siempre, estuvieron a la altura, y en especial a la Guardia Civil


Publicado en Periódico Gente 28/Marzo/2008

Una raya en la pared

Es muy normal, o más bien debiera decir era muy normal, el ver en muchos pueblos y ciudades de España una raya en la pared de la Iglesia o del Ayuntamiento, marcando hasta donde llegó la última riada. En Reus hay un ejemplo bastante curioso de estas ‘hazañas’ de la naturaleza, con diferentes rayas marcadas en la pared de una de las iglesias del Casco Antiguo. En París van mas allá. Los franceses, para esto, son muy patriotas y todavía hay paredes con los impactos de balas en sitios estratégicos de la ciudad que fueron defendidos por ‘La Resistencia’ durante la Segunda Guerra Mundial, con una placa señalando el nombre del oficial al mando o el resistente que cayó herido o muerto. Aquí en Logroño hay una raya en la antigua puerta del Cementerio, la que da al Ebro en la carretera de Mendavia, que marcaba una crecida que ocurrió en el siglo XIX con una leyenda que rezaba algo así: “Hasta esta raya llegó el agua el 10 de enero de 1871”. La raya sigue existiendo, pero las letras están casi borradas por completo, aunque con muy buena intención todavía se lee algo. Otra raya de este estilo, era la que había en la placa que marcaba la altitud de nuestra ciudad sobre el nivel del mar. Dicha placa estaba en la pared del Ayuntamiento (del viejo) al inicio de la calle Portales. Pues va y desaparece. Aquí somos bastante descuidados con las señas de nuestra memoria histórica. Algunas, aunque no tengan un valor arquitectónico importante sí tienen un valor sentimental, además de marcar hitos que, aunque ahora nos puedan parecer banales, tuvieron gran importancia en el pasado.

Publicado en Periódico Gente 22/Febrero/2008

Siete mil desaparecidos

Decía hace algunos días, el secretario de la FER-Comercio, David Ruiz Bacaicoa en un diario local, que habían desaparecido del centro de Logroño más de 7.000 aparcamientos en superficie. Y si él lo dice, será verdad. Pero lo primero que pensé es si habían existido tantos alguna vez. Llevo más de diez años sin encontrar uno. El aparcar en el centro de la ciudad, gratis se entiende, es una empresa digna de un paladín de esos de la Edad Media, que mataban dragones y enamoraban princesas. Esto de los aparcamientos es la asignatura pendiente de todos los ayuntamientos de España y parte del extranjero. Ninguno ha sabido conjugar el desarrollo urbanístico con el tecnológico, creando una ciudad donde convivan los ciudadanos con sus automóviles. Porque siendo el coche una de las principales fuentes de recaudación de ingresos e impuestos, léase gasolina, parking, talleres, seguros, etc., luego resulta que está mal visto que vayamos en coche por la ciudad. Entonces en qué quedamos: ¿compramos o no compramos coches? Porque claro, comprar un coche para luego dejarlo aparcado en el garaje de casa e ir andando a la zona peatonal, pues como que no es plan. La otra alternativa es aparcar en los aparcamientos privados, que te cuestan un ojo de la cara y que casualmente casi todos están hechos en terrenos públicos. Cómo me acuerdo de cuando me saqué el carné de conducir. Sólo había tres semáforos en Logroño, que unas veces respetábamos y otras no. Si se formaba una fila de siete coches y el último se tenía que esperar al próximo verde, cogíamos un ‘cabreo’ de campeonato.

Publicado en Periódico Gente 04/Abril/2008

El chalet de las palmeras

Hace años, en Logroño y en primavera, alrededor de la Semana Santa, el entretenimiento principal de los fines de semana era ir de paseo hasta la ermita del Cristo. Los mayores, sobre todo del género femenino, iban a rezar, creo que el Vía Crucis, los niños aunque pasábamos momentáneamente por la ermita, a lo que íbamos, era a saltar a la soga al montículo cercano, llamado monte del Cristo. Existían dos caminos principales, uno por la carretera del Cortijo que pasaba justo al lado de la ermita y el otro era seguir el recorrido de la vía del tren hasta toparse con la misma. Nuestras madres nos decían que fuéramos por la carretera del Cortijo, que por la vía nos podía pillar el tren y claro, nosotros pronto y bien mandados, íbamos casi siempre por la vía , excepto cuando acompañábamos a algunas chicas, que como ellas iban por la carretera, no nos quedaba otro remedio que acompañarlas.Enfilábamos Murrieta arriba hasta llegar al ‘chalet de las palmeras’ que no era otro que el de los propietarios de Conservas Ulecia, y que estaba delante de su famosa fábrica de conservas. A nosotros aquellas palmeras nos hacían soñar con toda clase de aventuras, las cuales rememorábamos desde allí hasta que llegábamos a la ermita, unas veces por encima de los raíles y otras por encima de las traviesas, buscando algún tesoro oculto, que nunca llegamos a encontrar. Así que cuando veo la rotonda de ‘las palmeras” en la confluencia de Murrieta con Gran Vía, pienso si a los niños de hoy en día estas palmeras les hará soñar igual que a nosotros. Espero, por su bien, que así sea, y no hayan sustituido la imaginación por los videojuegos.

Publicado en Periódico Gente 07/Marzo/2008

A modo de presentación

Me ha pedido mi amigo Antonio Egido, director de este semanario (Periódico Gente en Logroño), que le escriba una columna sobre Logroño, sus gentes, sus casas, sus ‘cosillas’, en fin que hable de mi pueblo, sabedor de mi gran cariño hacia todo lo que tenga que ver con él. Aunque pensándolo bien es probable que sea una venganza, y me explico. Para celebrar el primer aniversario de ‘Gente en Logroño’ escribimos ‘al alimón’ un libro titulado: ‘La Cofradía del Pez, San Bernabé y El Sitio de Logroño’. Yo usé el método ese tan famoso de: “Ha dicho el padre prior que bajéis a la huerta, que cabéis, y que luego subamos todos a merendar”. O sea, él escribió el libro, yo puse un epílogo y la parte artística y lo firmamos a medias, como ya les he dicho antes ‘al alimón’. Así que me digo yo, será que me quiere hacer trabajar, en fin, cuando me entere de qué pasa, no se preocupen que ahora que tengo una columna se lo contaré. Por otro lado parece ser a que a esto de las columnas hay que ponerle un nombre genérico, y como me ha advertido mi amigo Javier, periodista y editor de solera, ello es muy importante y me ha puesto una serie de ejemplos de periódicos nacionales e internacionales así como de columnistas de fama mundial. Lo que es ‘el saber’ me he dicho yo, pues a mí no me sonaba casi ninguno. Y ya ven ustedes el nombre que se me ha ocurrido: ‘Desde mi balcón’, es un homenaje a ese elemento arquitectónico al que tanto y tantas veces nos hemos asomado todos para ver la calle. Desde aquí pretendo asomarme al quehacer ciudadano de Logroño, a ‘ver la calle’ y contárselo a ustedes, por supuesto que desde la perspectiva de mi balcón.

P ublicado en Periódico Gente en Logroño 18/Enero/2008

Franco-Españolas

Me tenía contado mi abuelo Antonio, que cuando vino el rey Don Alfonso XIII a Logroño en octubre de 1925, él fue uno de los que condujo uno de los automóviles en que se desplazó la comitiva real por la ciudad. Mi abuelo no tenía coche, pero sí uno de los pocos carnés de conducir que había a principios del siglo XX en Logroño, el nº 67, expedido el 21 de abril de 1914. Sobre todo recordaba cuando fueron a visitar Bodegas Franco-Españolas. Les cuento todo esto, por que el otro día estuve invitado a la inauguración de un espacio expositivo en dichas bodegas. La idea me pareció estupenda por varias razones; la primera por el marco expositivo: una sala de tinos del siglo XIX; la segunda: el edificio, una bodega centenaria y a ‘tres pasos’ del Espolón, y la tercera por crear un espacio expositivo donde los artistas podamos mostrar nuestras obras de arte. En la exposición inaugural hemos podido ver las obras de jóvenes diseñadores presentadas al concurso “El Barón D´Anglade esta de Moda”. Un maridaje perfecto entre diseño y una de las marcas estrella de la bodega, para un vino de alta expresión que ha comercializado recientemente.

Publicado en El Periódico Gente en Logroño 29/Febrero/2008

miércoles, 16 de abril de 2008

Cómo me gusta ser artista


Hace unos días asistí a la inauguración de la escultura 'Nosotros tres' en el Museo Würth de La Rioja, realizada por el artista galés Richard Deacon. En la presentación de la obra por el propio autor, pudimos admirar a un artista en estado puro. Un recorrido por la creación de su obra nos mostró desde los primeros instantes de la propuesta de encargo por parte del Museo Würth de dicha obra, hasta su culminación, o sea, su instalación en el espacio elegido para tal fin en los jardines del museo-fábrica o fábrica-museo.

En un audiovisual vimos la primera maqueta, unas segundas aproximaciones en cartulina recortada, su posterior paso a una aproximación del material definitivo, después la realización de unas maquetas a escala y el encaramiento con la obra definitiva. Todo ello desde la visión y forma de hacer de un gran artista, alejado en algunos momentos de las nuevas tecnologías y usándolas otras veces, cuando le conviene. En definitiva, haciendo arte, algo muy difícil de interpretar o de definir en estos tiempos tan convulsos para el arte, donde se han incorporado nuevas disciplinas y procedimientos que antes no existían y donde la simple realización de la obra con maestría ya no sirve como elemento definitorio de una obra de arte y donde al artista, por encima de sus habilidades manuales, hoy en día superadas por muchas máquinas, se le pide, sobre todo, que 'cree'.

Tanto la pintura como la escultura sirvieron durante muchos siglos como 'fiel' reflejo de la realidad, interpretando esta realidad lo más fielmente posible y perpetuándola en el tiempo. Estoy completamente seguro de que si esta inauguración a la que asistí el mes pasado hubiera sido hace dos siglos, la pieza escultórica que se hubiera inaugurado sería una imagen de cuerpo entero del fundador de la dinastía Wurth y se hubiese alabado por los allí presentes el extraordinario parecido de la estatua con el personaje real. Les puedo asegurar que la estatua inaugurada, titulada 'Nosotros tres', compuesta por tres poliedros de acero, ensamblados con unos pernos gigantescos y que el propio artista define como «la relación que mantiene el artista con sus clientes y el público» o «un grupo de amigos que se apoyan entre ellos después de salir muy tarde de un bar», no tienen ningún parecido con ninguno de los amigos que conozco. Hoy en día el arte tiene que «contar historias» pero no representando la realidad, sino interpretándola, y cada artista es muy libre de hacerlo a su manera. Sólo se le pide que sea coherente con su forma de contar estas historias. Richard Deacon, está claro que lo es, como demostró el otro día en la presentación de su escultura, pero por si acaso alguien lo duda, le avalan sus obras repartidas por los principales espacios expositivos del mundo, como la Tate Gallery de Londres, el Centro de Arte Pompidou de París, El Museo de Arte Contemporáneo de Tokio o el Centro Nacional de Arte Reina Sofía de Madrid. También está realizando una escultura para la próxima Feria de Muestras de Zaragoza, este próximo verano.

Gracias a Dios, el arte ya no está tan encorsetado como en siglos atrás, donde los grandes estilos marcaban épocas que duraban siglos enteros. Ahora uno puede decantarse por su forma de expresión, y tanto la figurativa como la abstracta son válidas para canalizar ese sentimiento creativo. Me gusta ser artista y me gusta el arte, entre otras cosas porque es una de las pocas disciplinas que todavía se escapa del 'raciocinio' y del 'sentido común'. Creo que el Museo Würth está cubriendo una carencia importantísima de nuestra comunidad, donde los museos de arte brillan por su ausencia y los espacios expositivos de cierta relevancia son escasos. Además, como el mismo Richard Deacon explicaba, lo que más le sorprendió de la propuesta para realizar esta escultura, fue el concepto tan novedoso y rompedor como es el instalar los museos que posee la empresa Würth dentro de su espacio fabril. Él recomendaba que el lugar más apropiado para verla era desde la cantina de los empleados de la fábrica y le encantaba la idea de que estos pudieran verla a diario mientras comían. De todas formas, no hace falta ser empleado de la empresa para verla y desde otros puntos de vista también es impresionante, así que ya saben, compruébenlo ustedes mismos, merece la pena.

http://www.museowurth.es/home.html



Publicado en Cartas al Director, Periódico La Rioja, 04-04-2008

martes, 15 de abril de 2008

Trueque Solidario

Trueque Solidario


Objetivo: Recaudar fondos (unos 6.000 euros) para un proyecto que persigue erradicar el trabajo infantil y mejorar las condiciones de vida de 630 niños en Potosí (Bolivia).


Plazo: La previsión inicial era concluir el 29 de febrero, pero no se descarta ampliarlo unas semanas.

Participantes
Titín (1): Dos muñequeras y una pelota firmadas.
'Maiso Ópticos' (2): Gafas de sol.
'Dinastía Vivanco' (3): Lote vinos.
Eustaquio Uzqueda (4): Un cuadro.C.C.
'Las Cañas' (5): Televisión LCD.
'Estival Tour' (6): Crucero por el Mediterráneo para dos personas.


La agencia de viajes 'Estival Tour-Explora Tour' protagonizó ayer el sexto paso en la cadena de favores organizada por UGT-Rioja para obtener fondos con los que colaborar en un proyecto para la erradicación del trabajo infantil en Bolivia. El gerente de la agencia, Carlos Rosa, donó un crucero para dos personas por el Mediterráneo, valorado en 2.500 euros, y a cambio recibió la televisión LCD (por valor de unos 1.300 euros) cedida por el centro comercial Las Cañas en el quinto trueque, que tuvo lugar el pasado 29 de enero.Esta iniciativa de UGT-Rioja, la primera de estas características que organiza el sindicato riojano, arrancó el 17 de octubre del 2007 de la mano del pelotari Titín que, a cambio de un galardón que conmemora el 30 aniversario del sindicato riojano, cedió una de las pelotas con las que ganó el Campeonato de Parejas del 2004 y dos muñequeras firmadas. 'Maiso Ópticos' los intercambió el 7 de noviembre por unas gafas de sol valoradas en 150 euros.El tercer trueque tuvo lugar el 19 de diciembre. Bodegas 'Dinastía Vivanco' donó un lote de vinos valorado en 400 euros, con el que se hizo el pintor Eustaquio Uzqueda el 16 de enero, a cambio de un cuadro de Logroño. El lienzo terminó en manos del centro comercial 'Las Cañas' el 29 de enero, que lo trocó por una televisión valorada en 1.300 euros, canjeada ayer por la agencia 'Estival Tour-Explora Tour' por el crucero.La secretaria de Igualdad de UGT, Maite Gómez, aseguró que el programa «está siendo muy positivo» y no descartó ampliarlo una semanas más de lo previsto (29 de febrero). Gómez agradeció a todas las empresas y particulares «su participación desinteresada», y animó a toda la sociedad riojana a ponerse en contacto con el sindicato para sumarse a esta iniciativa.La responsable ugetista recordó que el dinero que se recaude (el objetivo es conseguir unos 6.000 euros) «se destinará a un proyecto para la erradicación del trabajo infantil en la región boliviana de Potosí, en las localidades de Llallagua y Uncía, para contribuir al desarrollo de 630 niños y adolescentes trabajadores de esta región, a través procesos de formación y capacitación». «tratamos de colaborar en la medida de nuestras posibilidades con este tipo de iniciativas solidarias», dijo Carlos Rosa, responsable de la agencia.


21.02.08 -
M. J. GONZÁLEZ
/ Periódico La Rioja

Desde Sansueña a París


«Desde Sansueña a París/ dijo un medidor de tierras/ que no había un paso más/ que de París a Sansueña» (1). Osea, como la edición anterior, es decir, tanto público y tan variado como en la más concurrida romería, vamos, que a tope. Pocas convocatorias tienen más éxito popular que las catas de presentación de las añadas de Provir. La XI edición con los vinos del 2007 convocó en Riojafórum a una multitud que parecía ansiosa por probar los vinos de los 30 vinicultores de Bodegas Familiares de Rioja. Entre los concurrentes abundaban los jóvenes: David Muñoz, Raúl García, Cristian Martínez, Marcos Castillo, Julen Urcelay y Fernando Tobía Alcoceba. La copa de Rioja -más pena que gargantilla- uniformó a la concurrencia que deambulaba con su carga de vino en el antepecho de aquí para allá. Desde Tarragona, no se sabe si expresamente, llegó Juan Roset que estuvo acompañado todo el tiempo por tres riojanos de común sangre y apellido, Ángel Andrés, Florencio Andrés y Juan José Andrés. El enólogo Ángel Manuel Belvis acudió con su esposa Marta Hernández, directora del Grupo Mozart, y como pareja habitual e inseparable en actos de este tipo Ramón Peinado y Urbano García esta vez sin sus esposas. Enrique Rodríguez estaba con Carmen Ripalda. Formaban grupo cerca de la puerta de entrada con unos amigos que no quisieron renunciar a probar los vinos -¿olé por los romeros!- acompañándolos de queso y embutidos «caseros eh, caseros». Con ellos, Paula Álvarez, Alfonso Ruiz, Vicente Rama, Dolores Vicente, Juan José Hierro y Eduardo Somalo. Algunos miembros de Arag-Asaja cataron juntos. Emilio del Río charló un rato con Juan José Bonilla de la bodega Gerardo Viteri. Dos de los bastiones de lomejordelvinoderioja.com, Casimiro Somalo y Alberto Gil también coincidieron. Éste último estuvo acompañado de su hermano José Ángel Gil. Amadeo Terreros llegó del brazo de su mujer Rosa Martínez. Por allí andaba más sonriente que nunca Mónica Figuerola. Observando todo desde las alturas de su educada propiedad, Iñigo Nagore, que coincidió con el director general de calidad e investigación alimentaria, Pedro Manuel Sáenz. Casi todo el tiempo al fondo y a la izquierda el editor Javier Pascual y en el flanco contrario Javier Gracia presidente de la Cofradía del Vino. Y mientras tanto Pilar Iturrioz, muy solícita, continuaba entregando copas en el mostrador de la entrada. Taquio Uzqueda, erre que erre con sus buenas y riojanas razones en defensa de los artistas y creadores de aquí, «pero que ni caso nos hacen eh». Muchos ensalzaron el clarete alfareño de Ilurce, entre ellos la familia Reinares de Alesanco que sin ser de Provir elaboran allí un clarete con usía. Trabajando fuera de los stands con micro o con videocámara, Fran Echevarría, Diego Quintas y José Luis Garrido. Cerca del bodeguero de Murillo Francisco García estaba su mujer Ascensión Pablo en amena conversación con María Esteban y Juan Esteban. Cuando todo terminó más de cuatro hubieran dado positivo en un control de alcoholemia. Y a todo esto mogollón de coches aparcados sobre los verdes jardines de los alrededores porque el parking como si no. Y Melitón de Pablo, y Leyre Ortiz sirviendo vinos en 'Alicia Rojas', y Emi Rodríguez, y Marisa Merino, y Carmen Roldán, y Daniel Laorden, y desde Viguera Fernando Medrano, y José Luis Bermejo y ¿salud y buenos alimentos!

Prejubilados


De repente me ha entrado el síndrome del prejubilado; ahora mismo les explico cómo ha sido. En mi juventud, éramos una cuadrilla de unos doce amigos, que esporádicamente crecía hasta quince, ya saben ustedes, alguno que venía de fuera u otro que se «apegaba» momentáneamente. Y resulta que el otro día echando cuentas, pues que estamos sólo dos trabajando. Les echo las cuentas: dos trabajaban en Zanussi, otros dos en Tabacalera, otro en Permolca, otros dos en bancos, otro más en Iberdrola, uno que se fue a Madrid y estaba en Televisión Española, y por último, otro que se jubiló del todo, pues falleció hace unos años y estoy seguro de que Dios lo tiene en el cielo, no porque fuera amigo nuestro, que algo es probable que sí cuente, sino porque era un tío muy «majo» y además un gran deportista. Total, que todos están prejubilados, menos otro y yo. Así que empiezo a encontrarme como desclasificado, o sea, fuera de mi clase. Es como si la «seño» hubiese mandado a todos los «compas» al recreo menos a dos, y sin ninguna razón aparente, pues los castigados hemos sido buenos y nos hemos sabido bien la lección. Fíjense si hemos sido buenos y nos hemos aprendido bien la lección, que llevamos cuarenta años trabajando, y cotizando claro está. Y va el señor ministro de Trabajo y dice que nos vamos a tener que quedar hasta los setenta años en «el curro», o sea, en mi caso y en el de mi amigo, el que todavía me queda trabajando. Nos vamos a tirar más de cincuenta años currando y cotizando. Nos dará esto derecho a algo, aparte de este cabreo contenido que tenemos. Porque además, si somos buenos y nos quedamos sin recreo otros cinco años más, que son diez o quince más que nuestros «compas», ya saben ustedes, los que ya están en el recreo, (a los de Tabacalera los jubilaron con cincuenta y cuatro años) dice que nos dan un máximo de un tres por ciento, que seguro que cuando echen las cuentas no llega y se queda en un dos. Así que para no equivocarme, tres por cinco igual a quince por ciento más, pero si nos vamos al recreo cinco años antes, nos quitan casi un cuarenta por ciento. ¿Ah! a mi amigo el de Televisión no le han quitado nada, más bien le han dado, (o eso le entendí cuando me lo contó) qué cosas. Será porque lo pagamos entre todos. Que ustedes no lo entienden, pues nosotros tampoco, lo más seguro es porque mi amigo y yo somos «de números» y los del gobierno deben de ser «de letras». Pero en toda tierra de garbanzos cinco años son cinco años, así que estamos como siempre, con lo del embudo, lo ancho «patí» y lo estrecho «pamí». Si a mí me quitan casi un cuarenta por ciento del sueldo que me corresponde al jubilarme por irme cinco años antes, pues que me den lo mismo si me voy cinco años después, creo yo que sería lo justo. Conozco a uno que se quiere quedar, pero es que gana 5.000 euros al mes y con la jubilación se le quedan en 2.000, y eso creo que duele, así que no me vale como ejemplo.

Hace unos días veo que los sindicatos salen en manifestación pidiendo jubilaciones anticipadas para los funcionarios, dicen que la edad media de los empleados públicos del Gobierno es de 51 años y que hay que rebajarla ¿qué bien!, pienso yo; pero luego me doy cuenta de que ni mi amigo el que me queda «currando» ni yo, somos funcionarios, así que si consiguen algo, pues que tampoco nos toca. A este paso, me veo que en España nos vamos a quedar trabajando y de nuestra edad, sólo nosotros dos.

Parece ser que hay una fórmula de relevo por la cual uno se puede jubilar antes de tiempo sin perder parte de la jubilación, pero aparte de unos requisitos importantes, que a mí me parecen bien, entre otras cosas porque yo ya los cumplo, es si quiere hacerte el relevo tu «señorito». Y claro, ya estamos otra vez como siempre, que si el «señorito» quiere o que si el «señorito» no quiere, que si has sido bueno y sumiso o no has sido bueno y sumiso. Yo creo que todo esto debería de ir determinado por lo que uno ha cotizado a la Seguridad Social, tanto en cantidad como en tiempo, porque si no, se hace bueno el dicho ese de que «el que más pone, más pierde». Y claro, luego cuando nos dicen eso de que Hacienda somos todos, no se lo cree nadie. En fin, siempre nos quedará, a mi amigo y a mí, hacernos gallegos, nacionalistas y del gobierno; del gobierno gallego, se entiende. Pues allí con sólo tres años en el mismo, ya tiene uno derecho a jubilación. ¿Qué cosas!, oiga. ¿Se habrá enterado el señor ministro?

Publicado en el Periódico La Rioja, 18-03-2008