jueves, 24 de abril de 2008

Una raya en la pared

Es muy normal, o más bien debiera decir era muy normal, el ver en muchos pueblos y ciudades de España una raya en la pared de la Iglesia o del Ayuntamiento, marcando hasta donde llegó la última riada. En Reus hay un ejemplo bastante curioso de estas ‘hazañas’ de la naturaleza, con diferentes rayas marcadas en la pared de una de las iglesias del Casco Antiguo. En París van mas allá. Los franceses, para esto, son muy patriotas y todavía hay paredes con los impactos de balas en sitios estratégicos de la ciudad que fueron defendidos por ‘La Resistencia’ durante la Segunda Guerra Mundial, con una placa señalando el nombre del oficial al mando o el resistente que cayó herido o muerto. Aquí en Logroño hay una raya en la antigua puerta del Cementerio, la que da al Ebro en la carretera de Mendavia, que marcaba una crecida que ocurrió en el siglo XIX con una leyenda que rezaba algo así: “Hasta esta raya llegó el agua el 10 de enero de 1871”. La raya sigue existiendo, pero las letras están casi borradas por completo, aunque con muy buena intención todavía se lee algo. Otra raya de este estilo, era la que había en la placa que marcaba la altitud de nuestra ciudad sobre el nivel del mar. Dicha placa estaba en la pared del Ayuntamiento (del viejo) al inicio de la calle Portales. Pues va y desaparece. Aquí somos bastante descuidados con las señas de nuestra memoria histórica. Algunas, aunque no tengan un valor arquitectónico importante sí tienen un valor sentimental, además de marcar hitos que, aunque ahora nos puedan parecer banales, tuvieron gran importancia en el pasado.

Publicado en Periódico Gente 22/Febrero/2008

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